jueves, agosto 28, 2008

Historia de la Gastronomía Peruana – Cocina Norteña – Las Recetas



Majarisco


La cocina norteña es una de las más variadas, originales y exquisitas de nuestro territorio.


La zona de Piura, es una de las más ricas en producción agropecuaria, cuenta con variadísimos microclimas que proveen de un sinnúmero de verduras y frutas, carnes y frutos de mar que hacen posible esta especial culinaria.


El maíz, frijoles variados, yuca, camotes, maní, cítricos, plátanos, mangos y cocos; así como carnes de pato, pavo, cabrito, peces variados, langostas, langostinos, conchas variadas y un sinnúmero de productos de mar, son la base de su cocina.


El Majarisco es un plato original que se hace con plátanos y mariscos, sazonado con ají y chicha de jora.


*Majarisco


Tiempo de preparación: 20 Minutos

Tiempo de cocción: 30 Minutos


Ingredientes:


5 Plátanos verdes

1/2 Kilo Langostinos

1/2 Kilo Pulpo

2 Docenas Conchas

1 Taza Aceite vegetal

3/4 Taza Aceite de oliva

50 Gramos Ajos pelados

1/2 Cucharadita Pimienta molida

4 Ajíes amarillos (Capsicum baccatum)

4 ajíes mirasol (Capsicum baccatum) amarillo seco

2 Tomates

6 Ramas Culantro

1/2 Vaso Chicha de jora

1/2 Kilo Yucas

1 Cebolla

2 Ajíes limo (Capsicum sinense)

2 Limones

1 Lechuga

Preparación:


1- Poner a cocer, el pulpo bien lavado, en agua hirviendo durante media hora. Luego escurrirlo y cortarlo en rodajitas.


2- Limpiar los langostinos, pelándolos y sacándoles la venita oscura de encima de la cola. Limpiar también las conchas y sazonar con sal, pimienta y jugo de limón.


3- Poner a calentar el aceite vegetal y echar cuatro plátanos cortados en trozos grandes (corchos) y cocerlos a fuego lento hasta que estén blandos, entonces majarlos toscamente.


4- Aparte hacer un aderezo con el aceite de oliva y ajos finamente picados, agregar los ajíes molidos sin pepas hasta que evaporen el líquido, echar los tomates rallados, la pimienta y el caldo y chicha, dejando cocer hasta que espese.


5- Agregar al aderezo los mariscos y darles un solo hervor. Luego mezclar la mitad con los plátanos majados, echando el culantro picado.


6- Servir con el resto de los mariscos encima y Salsa Criolla, hecha con la cebolla cortada finamente y bien lavada, sazonada con sal, pimienta, aceite de oliva y jugo de limón. Acompañar con chifles y yucas sancochadas.


Para hacer Chifles: cortar un plátano pelado en láminas muy finas y freírlas en aceite.


*Del libro de la autora Cocina Norteña


Gloria Hinostroza 28/08/2008

miércoles, agosto 20, 2008

Historia de la Gastronomía Peruana


La Gastronomía como Piedra Angular de Nuestra Historia


No olvidemos que nuestra comida es un legado de nuestros antepasados que ha sido transmitido por generaciones sin perder su identidad a pesar de los mestizajes que, en su debido momento, aportaron otras técnicas QUE NO MELLARON SUS BASES.


Es por esta razón que nuestra Cocina Tradicional y Regional debe ser preservada de la deformación a que puede ser sometida CON FUSIONES FUERA DE TIEMPO Y LUGAR, ya que el mundo se fusionó hace 500 años con la llegada de europeos a América y se iniciaron cocinas auténticas en Francia, España, Italia, Méjico y Perú, principalmente.


¿Por qué Nuestra Gastronomía es un Bien Cultural?


La Gastronomía Peruana nace en nuestro pasado pre hispánico y va paralela a nuestra historia que se inicia hace 20,000 años, según el Dr. Pulgar Vidal.


Hace 10,000 años se domesticaron, es decir se transformaron genéticamente alimentos importantísimos como la papa, camote, yuca, olluco, frijol, pallar, ají, lúcuma (Brack Egg), y con ellos se hicieron los primeros potajes como la guatia o cocción con piedras calientes llamadas kalas. También en esta forma se hicieron los chupis o chupes, sopas densas que se hicieron en la época pre cerámica usando calabazas a manera de ollas que, al no poderse llevar al fuego, se llenaban de agua, carnes y vegetales a los que se le introducían las piedras calientes que se iban cambiando hasta que los alimentos se hubieren cocido. Igualmente se hizo la pachamanca, o cocción en la tierra, en la que se hacía un hoyo revestido con piedras que se calentaban con brasas y en él se introducían carnes y vegetales envueltos en hojas que se intercalaban con piedras calientes y se cubrían de tierra mojada. Otra modalidad era la de introducir las piedras calientes en el vientre de animales eviscerados y condimentados, que se envolvían en hojas para su cocción.


Muchas de estas formas de cocción aún se practican y los chupes de antaño son ahora sopas densas muy consumidas en todo el país, que llegan a 400 variedades.


La Pachamanca se hace sobre todo en las provincias, en diferentes versiones, de acuerdo a los productos de cada región.


A través de los años se han ido practicando técnicas propias de cocción de alimentos como las apis o cremas; los shacues de harinas tostadas; las laguas ligeras y fraganciosas; los cebiches con trozos de pescado marinados en jugo de frutas ácidas; la pullanca con trozos grandes de carne; la carapulca que es el guiso más antiguo, hecho con cucupa o papa seca tostada; los rocros de papas y ají, perfumados con hierbas; las kankas o piezas de carne asadas a las brasas; el t’impu o sancochado; la huminta o bollo de maíz llamado por Garcilaso el pan de los incas; el anquishu y el pulucchu, hechos de choclos tiernos asados a las brasas y sobre todo la chicha de jora, o maíz germinado y fermentado, que era la bebida obligada de los habitantes de este esplendoroso reino.


Muchos alimentos no sólo cumplieron funciones nutricionales sino que fueron utilizados con fines curativos como la quinua, que debido a sus altos niveles de proteínas y aminoácidos se incluía en la alimentación de los niños durante el destete, además evita las enfermedades degenerativas. Las papas se someten a técnicas bacteriológicas para conseguir el tocosh, que se obtiene colocando las papas en pozos de piedra cubiertos de agua durante varios días, luego se secan y adquieren cualidades antibióticas, se consume en la sierra con fines curativos. La mashua, es un tubérculo que tiene cualidades inhibidoras de la libido por lo que se incluía en la dieta de los soldados que iban a la guerra evitando que atacaran a las mujeres del pueblo conquistado. La maca es un alimento extraordinario que favorece el sistema reproductor y era utilizado como energético. Para las mujeres embarazadas se acostumbraba una dieta a base de pescado, que desarrollaba huesos flexibles en el feto, para evitar complicaciones en el parto por estrechez de la cavidad pélvica de la madre.


La cocina prehispánica se sigue practicando y es la base de la culinaria peruana que cuenta con más de 3,000 preparaciones regionales, muchas de las cuales se están extinguiendo por una serie de factores coyunturales por los que ha atravesado nuestro este país. (Reforma Agraria y terrorismo).


La Gastronomía como Elemento de Identidad Nacional


La comida es uno de los nexos que une a los peruanos, el único tema en el que nadie está en desacuerdo. No hay peruano que no recuerde con nostalgia su comida cuando se ausenta del país y nadie discrepa de la delicia de un Cebiche, un Arroz con Pato o una Carapulca.


No olvidemos que nuestra comida es un legado de nuestros antepasados que ha sido transmitido por generaciones sin perder su identidad a pesar de los mestizajes que, en su debido momento, aportaron otras técnicas que no mellaron sus bases.


Es por esta razón que nuestra Cocina Tradicional y Regional debe ser preservada de la deformación a que puede ser sometida con fusiones fuera de tiempo y lugar, ya que el mundo se fusionó hace 500 años con la llegada de europeos a América y se iniciaron cocinas auténticas en Francia, España, Italia, Méjico y Perú, principalmente.


Gloria Hinostroza 20/08/2008

martes, agosto 12, 2008

Historia de la Gastronomía Peruana



Algunas consideraciones históricas en favor de la declaratoria de La Gastronomía Peruana como Patrimonio Cultural de la Nación


Gastronomía Peruana: Singular Expresión de la Identidad Cultural


Extracto del artículo publicado por Ethel Flores en La Gaceta Cultural el 26 de mayo de 2006


Síntesis de un pasado legendario -en el que el alimento y la divinidad no podían desvincularse- y la fusión a la que debió someterse con el paso del tiempo, la cocina peruana de hoy lleva en su esencia el sello de nuestras creencias, sentimientos y la esperanza del porvenir. Se trata de un fuerte componente cultural que ya está en camino a ser reconocido por el mundo entero.


Originalidad, variedad, aroma, textura y sabor. Esas son algunas de las razones por las que la cocina peruana es reconocida como una de las mejores expresiones gastronómicas del mundo. Así lo indica la resolución que la declara como Patrimonio Cultural de la Nación. Pero hay muchas razones más. Gloria Hinostroza, investigadora conspicua, docente, y sobre todo experimentada chef, fue la encargada de preparar el expediente sobre la cocina peruana que sustentó su designación como Patrimonio Cultural de la Nación. Ella explica porqué nuestra gastronomía supera con creces a las mejores del planeta.


"La comida peruana tiene características que no existen en ninguna parte del mundo, porque la historia del Perú gira alrededor de la comida desde sus inicios. Tenemos productos cultivados desde ocho mil años antes de Cristo, y no se trata de productos que crecieron solos, sino que ya estaban domesticados. No creo que en el mundo haya paralelo", indica. La comida peruana es una de las más antiguas del mundo, se sustenta en varios milenios de creación cultural por diversas etnias y culturas que poblaron el Perú, pero además tiene un carácter mágico-religioso que le da un profundo contenido simbólico y cultural.


En el aspecto religioso, todos sus dioses eran productivos: el dios sol o Inti, sin el que no hay vida; la diosa luna o Mama Quilla, que tiene que ver con los ciclos de la siembra y la cosecha; la diosa del agua o Mama Cocha, la diosa de los peces Urpay Huachac, la madre tierra o Pacha Mama, la diosa laguna o Mama Puquio, entre muchos otros, refiere Gloria Hinostroza. Los antiguos peruanos tenían mandatos religiosos muy rígidos, es por eso que no tomaban leche y no comían huevos, pese a la gran cantidad de aves que había. Estaban prohibidos de afectar lo que iba a ser la vida de los animales: defendían la ecología. “Consideraban a los alimentos no como cosas, sino como seres que tenían emociones, que odiaban, que amaban. Tenían cuidado porque pensaban que una cosecha se alejaba porque el alimento había sido maltratado”, comenta. Estas expresiones se ven reflejadas en el arte, como cerámica o textiles, en el que se aprecian papas que han sufrido mutaciones o maíces besándose.


Ancestrales técnicas agrícolas


Otro aspecto vinculado a la gastronomía en el antiguo Perú fue el gran adelanto de las tecnologías agrícolas y del manejo del agua, que permitió la domesticación de gran variedad de plantas y la crianza de animales. Las obras monumentales, los acueductos, las formas de riego y del aprovechamiento del agua no tienen similares en el mundo. Los antiguos peruanos no perdían el agua. "Rescataban el agua que se rebalsaba de los ríos o de filtraciones, hacían represas, incluso hay cerros que han perforado para sacar agua del otro lado de la montaña, no se sabe ni cómo, y todavía funcionan", señala.


De otro lado, la extensa red del Qhapaq Ñan, el Camino Inca de más de 50 mil kilómetros de senderos extraordinarios, era fundamental para el transporte de la comida. Los adelantos también se evidencian en el manejo de los alimentos para su preservación. El secado de los alimentos fue uno de los avances más significativos. Existen platos que tienen miles de años, como los chupes, que son platos precerámicos, que se hacían en mates (calabazas grandes) con líquido, verduras y carne, contenido que se cocinaba con piedras precalentadas, que se cambiaban mientras duraba la ebullición. "Una de las razones más importantes del reconocimiento de la gastronomía peruana como Patrimonio Cultural de la Nación es preservar los platos antiguos del Perú, platos respetables con miles de años de historia. Lo importante es que se mantengan vivos, porque muchos están desapareciendo", señala con esperanza la destacada chef.


Origen prehispánico


Pese a su férrea defensa de la gastronomía originaria del Perú, Gloria Hinostroza reconoce que hubo un momento en el que hubo un choque de culturas, una fusión. Eso es innegable -admite- llegaron los españoles, trajeron sus especias y su azúcar, que a todo el mundo le fascinó. “No podemos defender la pureza de la gastronomía, porque a un cebiche le ponemos cebolla y un poquito de ajo, que son productos traídos de fuera. Ya no hay en el mundo nada puro, porque como dicen el que no tiene de inga, tiene de mandinga", refiere. Sin embargo, para el Perú la fusión no fue el punto de partida. La historia de todas las cocinas del mundo empieza realmente con la llegada de productos americanos y de otras culturas, pero en la nuestra casi no hubo intervención de fuera, América se mantuvo aislada y creciendo sola, hasta que llegaron los españoles y empezó el mestizaje. "Mucha gente cree que con la llegada de los españoles se inició la cocina peruana, y no es así. La comida peruana tiene como base la comida prehispánica", sentencia Hinostroza.


Los ejemplos sobran: los tamales, que vienen de la humita; los chupes (todas las sopas, no solo el Chupe de Camarones), mestizados con carne de chancho o carnes foráneas; así como el timpu, el sancochado inca que se junta con el cocido español y nos da el Sancochado limeño o peruano. La Pachamanca es totalmente inca, de la época precerámica, cuando la olla era la tierra. Las huatias también son muy antiguas: se dice que el primer dios de la comida fue Huatiacuri, que enseñó a los hombres a cocinar. El Perú no solo posee una gastronomía comparable a las mejores del mundo, sino productos originarios, que han sido un aporte fundamental para la alimentación mundial. ¿Quién concibe el mundo sin la papa? Pero no se trata solo de este tubérculo prodigioso, sino también de plantas que fueron fundamentales para el mundo andino: la quinua, la quihuicha, el ají, el camote, el olluco, la oca, la yuca, el pallar, el zapallo, la maca, la lúcuma, la chirimoya, entre otros muchos.


Patrimonio de la Humanidad


El trabajo de Gloria Hinostroza, así como el aporte de numerosos estudiosos de la gastronomía peruana, es la base para la preparación del expediente que el Perú presentará a la Unesco con el fin de que la cocina peruana sea declarada como una manifestación del Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.


Gloria Hinostroza 12/08/2008

jueves, agosto 07, 2008

Historia de la Gastronomía Peruana - Parte 7 – El Calendario Inca



El punto de partida de todas las actividades humanas es la existencia de necesidades, satisfacer el hambre y la sed, asegurarse abrigo y proveerse vestido.


K. Bücher



El calendario Inca tenía treinta días y los antiguos habitantes para concordar el calendario con el periodo solar, agregaban a fines del año cinco días, además de otro cada cuatro años. Estos días que se agregaban se llamaban Allca conquis, o sea Días sin trabajo.


Este sistema tenía ventajas frente al calendario romano que antes de la reforma Juliana llevaba un atraso de 65 días con relación al periodo solar.


Al mismo tiempo el Calendario Incaico estaba dividido en dos estaciones, la de las lluvias, que en la sierra corresponde al verano, y la seca que en la sierra es el invierno. Esto es astronómicamente. La primera estación era llamada parqy mita o periodo de lluvias, y la segunda rupay mita o periodo cálido.


La mayoría de los meses de la primera mitad del año, que su inicio coincide casi con el solsticio de diciembre, llevaban nombres que se relacionaban con el crecimiento del maíz, la más importante planta de la costa del Pacífico y de las alturas de la sierra cercanas a los 3500 metros. Era la planta sagrada celestial, del Hanaq Pacha.


En la segunda mitad del año algunos de los nombres recuerdan a los tres elementos que en la sierra tienen significado para la agricultura: el sol, la tierra y el agua.


En varios meses durante el transcurso del año se realizaban fiestas íntimamente ligadas con las actividades y necesidades agrícolas, según afirma Hans Horkheimer.


Hay desacuerdos entre los cronistas e historiadores sobre los nombres y la sucesión de los meses incaicos.


El calendario que presentamos corresponde al que consigna Guamán Poma en su Crónica ilustrada.


Diciembre/Enero – Capac Inti Raymi (otros autores: Kapaj Raymi) – Fiesta principal.

Grandes cantidades de productos de los campos “del Inca” y del “sol”, traídos de las provincias al Cuzco.


Enero/Febrero – Capac Raymi Camay (otros autores: Juchuy Pokoy; Kamay) - Pequeña madurez.


Febrero/Marzo – Paucar Waray (otros autores: Jatun Pokoy) – Gran madurez.

Sacrificio al Sol para solicitar buena cosecha.


Marzo/Abril – Pacha Pucuy (otros autores: Paucar Waray) – Se extiende una alfombra de flores.


Abril/Mayo – Inka Raimi (otros autores: Ayriway) – Danza del joven maíz.


Mayo/Junio – Hatun Cusqui Aymoray (otros autores: Aymuray) – Canto de la cosecha.

Fiesta para celebrar la cosecha de maíz. Los nobles labran el campo sagrado.


Junio/Julio – Huacay Cusqui (otros autores: Inti Raymi) – Fiesta del Sol -

Gran fiesta en homenaje al Sol.


Julio/Agosto – Chacraconacuy (otros autores: Anta situwa; Cawawarkis) – Limpieza de la tierra

Sacrificio a la Huaca Tocori, considerada como Representante mágico del riego.


Agosto/Setiembre – Chacra yapuy (otros autores: Kapaj situwa; Yapakis) – Gran limpieza (Purificación)

Se planta en la parcela sagrada una mazorca de maíz tierno. Se sacrifican miles de cuyes de las provincias para pedir favorables condiciones meteorológicas.


Setiembre/Octubre - Koya Raymi (otros autores: Sitowa) – Fiesta de la Coya


Octubre /Noviembre - Uma Raymi (otros autores: Cantaray) – Fiesta del agua

Ceremonias para solicitar la lluvia.


Noviembre/Diciembre – Ayamarca - Procesión de los muertos –

Las momias son llevadas a los campos y a otros lugares.



Nota: En la especificación no se toman en cuenta las irregularidades de la ortografía.



Gloria Hinostroza 07/08/2008

viernes, agosto 01, 2008

Historia de la Gastronomía Peruana – Parte 6


El Maíz, Sara o Thonko
(Zea mays L.)



Había en el Templo del Sol, en el Cuzco, “un jardín artificiosamente sembrado de maizales, los cuales eran de oro, así las cañas dello como las hojas y las mazorcas, y estaban tan bien plantados que aunque hiciesen recios vientos no se arrancaban”

Cieza de León

Las Leyendas

Sobre su origen se cuentan muchas leyendas que tienen que ver con su domesticación en tiempos inmemoriales:

Sara era una hermosísima doncella a quien pretendía Kuru, el hechicero de su pueblo, quien le inspiraba temor y rechazo. Sin embargo, sus padres se sentían halagados por esta preferencia de Kuru hacia su hija. Al sentirse sin escapatoria, y el hechicero cada vez más próximo a ella, era tanta su desesperación que deseó hundir un puñal en su pecho antes que ser tomada por Kuru. Sara entonces pidió ayuda a Inti, el sol, su dios, sintiendo en respuesta una dulce sensación. Su cuerpo adquirió una extremada esbeltez y sus brazos se estiraron hacia el cielo o Hanaq Pacha, para transformarse en las largas hojas de una planta de maíz.

Desde entonces el maíz se llama Sara y en el Valle Sagrado del Cuzco, que produce el mejor maíz del mundo, sólo las mujeres lo recolectan, porque Sara era una doncella y no puede ser tocada por los hombres o se perderían sus futuras cosechas.

En la fiesta del Inti Raymi, que se sigue celebrando en el Cuzco y se remonta a épocas muy remotas, se le agradece al dios sol o Inti, el haber convertido al maíz en alimento de los hombres, según cuenta otra leyenda:

Hubo una época en que el cielo o Hanaq Pacha era un inmenso campo de batalla donde los hijos del dios de la Guerra se enfrentaban entre sí, provocando rayos, truenos y relámpagos. Sus sangres hervían como la lava de los volcanes y regocijaba a su Dios. Pero un día detuvieron su lucha diciendo: ¡Estamos cansados y deseamos sentir la dulzura del reposo!... Entonces un aura azul despejo el firmamento. El dios de la Guerra se sintió indignado por aquella traición, los castigó y los mando a la tierra convertidos en plantas silvestres, con hojas en forma de lanzas, frutos cargados de espinas y hiel en el corazón.

Luego, un día, el padre Sol tuvo hambre y bajó a la tierra, Kaypacha, tomó una mazorca que en sus manos se tornó en dulce, suave y suculento fruto.

Desde entonces en su fiesta del Inti Raymi, es la sagrada ofrenda en la que se comulga con shanku o pan ceremonial de maíz y chicha de jora, o maíz germinado.

Todas estas leyendas tienen que ver con el origen celeste y la domesticación del maíz que debió iniciarse en los Andes centrales del antiguo Perú, aunque se han encontrado mazorcas en tumbas preincas de diversos lugares de nuestro territorio. Estas muestras corresponden a una especie primitiva de maíz con cromosomas sin botón, llamada tunicarun. Esta especie se apareó con una gramínea llamada tripsacum, dando origen al teosinte. El nuevo maíz se extendió por toda América según lo demostró Paul Cristopher Mangelsdorf.

El maíz, sara o thonko, pertenecía al Hanac Pacha o cielo; era la planta sagrada de los Incas de enorme significación alimenticia y mágico-religiosa con el que se hacia la chicha, su principal bebida, y el shancu, pan de uso ceremonial, además de los innumerables potajes que se preparaban con maíz.

La enorme significación de la Planta Sagrada, se refleja en la gran cantidad de fiestas que se celebraban en su honor: Aymuray, consagrada a la celebración de la cosecha de maíz; Kapaj-Situwa, durante la cual se sembraba en la tierra sagrada una mazorca tierna. En la fiesta del Inti Raymi se recuerda cómo el dios Sol convirtió la planta de maíz en alimento de los hombres.

Innumerables representaciones de plantas y frutos de maíz se dieron en la cerámica y tejidos, objetos de madera y orfebrería. En Chancay se pintaron máscaras en tela con representaciones de maíz.

La preeminencia que tuvo y sigue teniendo el maíz, no la tuvo ninguna otra planta domesticada por el hombre, según afirma Juan M. Osio.

Su consumo y utilización estuvo íntimamente ligado a lo ritual y, mientras la papa, alimento de gran consumo, se encuentra ligada a la vida, el maíz lo estuvo a lo espiritual y acompañaba a los muertos en su viaje a la eternidad, como se puede apreciar en los restos arqueológicos.

La mayor parte de los tipos de maíz desarrollado en el antiguo Perú eran cultivados en el valle del Urubamba, entre ellos, un maíz muy blanco de granos y mazorca grande.

Principales variedades de Maíz

Actualmente se mantiene este privilegio ancestral que se le otorgaba al maíz y no hay otro cultivo que reciba tanta atención durante la siembra como éste, en la que se vive un ambiente de fiesta con vestimentas adornadas de flores, abundancia de viandas y chicha.

En el Perú se produce la mayor variedad de maíz del mundo; se han clasificado 40 razas que involucran aproximadamente 2,000 colecciones en todo el territorio.

En la actualidad, el maíz se cultiva en nuestro territorio desde la costa o chala hasta el borde de la puna o sierra, a más de 3,500 metros de altura.

En la costa: Maíz Perla, Alazán, Mochero, Huachano, Caparreño.

En la sierra: Maíz Piscorrunto, Confite puneño, Confite puntiagudo, Confite morocho, Chullpi, Huayleño, Paro, Shajato, Huancavelicano, Koulli o Morado (Zea mays purple), variedad única originaria del Perú.

En la selva: Maíz Perlilla, Enano, Chuncho, Chilmos, Marañón.

Las preparaciones

En algunas preparaciones se cortaba el grano, como en el chaq’e, mientras en los chupi se usaba el grano entero. La tsi’kara o chuchuca, fue maíz tierno o choclo cocido y secado.

Phantaska es el mote de maíz, tan cocido que se revienta. La patasca es también una sopa o chupi de mote reventado o phantaska, aderezada con ají y carnes diversas.

Sara tocosh se hacía con maíz sometido a la acción bacterial introduciendo las mazorcas en un saco de lana, para sumergirlo en riachuelos durante varios días, luego se secaban.

El pepián de choclo con pavo o gallina, la sopa llunca con gallina y cereal resbalado, el pastel de choclo en distintas versiones regionales, además del pastel dulce relleno de pasas y manjar blanco, son preparaciones a base de maíz.

Desde tiempos remotos se utilizó el maíz en variadísimas formas que aún se siguen practicando. El cuscus o llunku, era el cereal desprovisto de cáscara, previamente remojado y friccionado con el batán. Al residuo se le denominaba shaplu.

Las harinas se preparaban usando el tunay para moler los granos. Una vez molidos, se usaba la suysuna o criba nativa para cernir. Maxuo o haco fue la designación de las harinas; Allpi es el almidón fino de maíz o chuño; Haccu, es la harina de cereales previamente tostados; Allpa o hallpa es la harina de cereales pre tostados mezclados con chaqui uchu (ají seco), yuyus, tubérculos y charqui. Apita, es la flor de la harina que se usaba para preparar las apis o mazamorras; Akupalla son harinas tostadas que sirven de fiambre; Pitu, es la harina sazonada para los viajes; P’anku, es el fiambre envuelto en hojas de maíz

La harina de maíz, así como la fécula o maicena, son intensamente utilizadas en pastelería: bizcochos, galletas y mazamorras, cremas, salsas y panes diversos.

Denominaciones Quechuas del Maíz

Antiguas palabras quechuas que se refieren al maíz, fueron seleccionadas por Hans Horkheimer, de antiguas crónicas de Garcilaso, Domingo de Santo Tomás, Middendorf y Valcárcel:

Sara: Maíz
Capia: Maíz tierno
Muruchu: Maíz duro
Parakai sara: Maíz blanco
Kellu sara: Maíz amarillo
Oque sara: Maíz gris
Culli sara: Maíz violeta o morado
Puca sara: Maíz rojo
Misa sara: Maíz de dos colores
Yunka sara: Maíz de la región Yunga
Anti sara: Maíz de la región Anti
Pisankalla: Maíz de reventar
Chaminko, Chuncho sara, Pirisunku: Otras clases de maíz
Chokllu: Mazorca de maíz, ante todo, la no que madura
Koruntu: Marlo de la mazorca
Challa: Hojas secas de maíz
Saramama: La divina madre del maíz
Kutku sara: Maíz carcomido por gusanos
Ruti sara: Granos de maíz crecidos al revés
Moti: Maíz cocido
Camcha sara, Chanka: Maíz tostado
Chulpi, api, Sara lahua: Papilla de maíz
Sara chanka: Maíz seco y chancado
Tanta: Pan de maíz corriente (actualmente en algunas regiones es calificativo general de pan)
Sanku: Masa de maíz cocido, pan de maíz para fines sacrificatorios
Huminta: Pan de harina de maíz para fines celebratorios
Sara haku: Harina de maíz
Chochoka: Choclo cocido, helado y seco
Ishkupcha: Mezcla de maíz y polvo de cal
Sara aque: Maíz para la preparación de chicha
Aque: Cerveza de maíz
Wiñapo aque: Chicha de maíz germinado
Upu aque: Chicha todavía no fermentada.
Jora: Maíz germinado y luego seco, Chicha

El pan o Ttanta

Cuenta en sus crónicas Bernabé Cobo, que se le invitó un pan de maíz preparado a la usanza de los curacas, con harina de maíz, leche y grasa, y era muy agradable.

El pan o Ttanta, era preparado de maíz o quinua.

Sara Ttanta: Era pan o tortilla y bollos de maíz.
Ara ttanta: En Huaylas, es el pan de maíz blanco, cocido sobre piedras calientes.
Chuta o chutaca: Es el pan ovalado y plano que se hacía en el Cuzco.
Kkolle: Es un pan dulcete
Kauka:Es un pan tradicional
Satanka: Es un pan cocido en kallana o cancana.
Ttanta camayoc: Era el panadero.
Chapuni: Es amasar la harina.
Paruyachic o paruyark: Es cocer los panes a fuego lento
Kaskan ttanta: Es quemarse el pan.

Los panes incaicos eran tortillas o bollos que se hacían también rellenos y se les denominaba misti. (Antúnez de Mayolo)

En Cuzco, actualmente, se hacen los deliciosos panes chutas

Muchos de los potajes pre-colombinos de maíz se siguen preparando o son la base de otros.

Las humitas o humintas, llamadas por Garcilaso, Pan de los Incas; se hacen en variadas formas: Humitas con recado, con pollo o mariscos, Tamalitos verdes piuranos, Parpas de queso a la brasa, tamales costeños, envueltos en hojas de plátano, tamales serranos amasados con yemas y almendras, envueltos en hojas de achira y los de la selva en perfumadas hojas de bijao.

La Chicha o Azua

La chicha o azua fue la bebida obligada de los antiguos peruanos. Se bebía al final de las comidas. El beber constituía un acto ceremonial y era además una forma de establecer relaciones con el todo, se comía y bebía en medio de conversaciones, bromas y alegría. La bebida se iniciaba con el pago a la tierra o tinka, que consistía en verter unas gotas al suelo, luego todos bebían de una sola vasija o anccosani, costumbre que aún perdura en muchos lugares, sobre todo en provincias. La chicha se utilizo profusamente en el antiguo Perú como alimento y con fines mágico-religiosos, para lo cual se le añadían algunos elementos.

Se prepara principalmente de jora o maíz germinado, pero también se utilizan diversos productos como la quinua, cañihua, chuño, ocas, rumu o yuca, apichu, molle, algarrobo, pijuayo, entre otros.

El proceso de una buena chicha empieza con la selección del grano que debe ser de primera calidad. Luego se procede a germinar los granos que se colocan sobre hojas de achira y cuando ya presentan los brotes, se ponen sobre hojas de lambrán que los endulzan, enseguida se ponen a secar.

La jora o wiñapo, se coloca en una olla de barro o hatun manca, con agua tibia para que remoje, luego se pasa a la azuana, donde debe hervir durante un día, mientras se mantiene agua hirviendo en una tercera manca, para reponer el líquido de la merma.

Al final del día se cuela con una bayeta de tejido ralo o wayna. Luego se exprime o chirwi. El líquido obtenido se pasa a una botija de boca grande llamada hinchu. Luego se traslada al urpu, o botija de boca angosta la que se tapa con el pucu. En este recipiente se dejará fermentar para que se convierta en chicha. Cuando haya completado su fermentación, se debe pasar por un tamiz fino suysuna o chumana. El bagazo se llama hanchi, y el concho o sedimento se llama borra.


Gloria Hinostroza 01/08/2008