miércoles, abril 30, 2008

Historia de la Gastronomía Peruana – Cocina Limeña – Las Recetas


*Pulpo al Olivo


Tiempo de preparación: 20 Minutos
Tiempo de cocción: 40 Minutos


Ingredientes:


1 Kilo Pulpo
3 Limones
2 Cuchdas. Aceite de oliva
2 Cuchdas. Salsa inglesa
1 Taza Aceite vegetal
1 Huevo
1/2 Cuchta. Pimienta
1 Cuchda. Mostaza
10 Aceitunas de botija
1 Ají limo (Capsicum sinense)



Preparación:


1- Cocer el pulpo en agua hirviendo durante 30 minutos; luego escurrirlo y dejarlo enfriar para cortarlo en láminas finas.

2- Sazonarlo con sal, pimienta, salsa inglesa, jugo de limón y aceite de oliva.

3- Hacer una Mayonesa: (lavando y secando el huevo antes de partir para evitar contaminación) Poner el huevo en la licuadora con sal, pimienta, mostaza y jugo de un limón. Batir agregando el aceite poco a poco hasta que esté bien espesa. Entonces, agregar el ají limo, sin venas ni pepas y las aceitunas despepitadas, mientras se sigue batiendo.

4- Colocar en un plato el pulpo en forma de abanico y poner en el centro la Mayonesa de aceitunas.


*Del libro de la autora Pescados y Mariscos –
Premio Gourmand 2004

Gloria Hinostroza 30/04/2008

viernes, abril 25, 2008

Historia de la Gastronomía Peruana – Repostería Limeña – Las Recetas –



El Turrón de doña Pepa

Los limeños se caracterizaron por su insaciable gusto por los dulces que se ofrecían en sus fiestas fastuosas en las que se servía los más exquisitos postres, muchos de ellos hechos en los conventos: Bienmesabe, Bola de oro, Flanes, Budines de frutas, Manjarblanco de yemas, Arroz con leche almendrado, Frutas Confitadas, Camotillos, Cocadas, Manjarblanquillos, Chancaquitas de coco y nueces, Alfajores, Empanadas, Turrones, Revolución Caliente, Manjarblanco, Suspiros, entre otros.

Hubo dulcerías en los Barrios Altos, la Aurora y Abajo el Puente, en las que se podía disfrutar de Champú agrio, Sanguito, Arroz con coco y pasas, Leche asada, Ranfañote, Frejoles colados, dulces de calabazas, caiguas, membrillos, melocotones y fresas, Huevos a la nieve, Natillas, Mazamorra de zapallo y tantas otras delicias que no terminaríamos de enumerar.

La tradición del Señor de los Milagros tiene relación con los temblores. Un humilde negro angola pintó en 1651, sobre una pared de adobes, la imagen de Cristo en la Cruz. Durante el terremoto de 1655 todo se destruyó, menos esta pared. Y sucedieron más terremotos que nunca afectaron esta milagrosa imagen cuya réplica sale en procesión cada mes de octubre recorriendo las calles limeñas en la mayor muestra de fervor religioso del Perú.

Nació de esta tradición el Turrón de doña Pepa, uno de los más logrados dulces limeños, que recorre nuestras calles junto al Señor Morado cada mes de octubre. Cuentan que fue preparado por primera vez en 1880 por una mujer negra, esclava liberta, llamada Josefa Marmanillo o Josefa Piérola -Piérola era el nombre de su amo- que en agradecimiento puso a sus pies el dulce que en sus sueños, había aprendido a hacer de una finísima masa de harina, yemas y ajonjolí, bañado en miel de frutas, con sus grageas y "pepelmas" multicolores.

Ella se lo ofreció al Señor de los Milagros en agradecimiento por haberla curado de una artritis que le había imposibilitado usar las manos.

El turrón se vendió por primera vez en una galería que había en la esquina de la Pileta de la Encarnación y que pertenecía a José Piérola.


*Turrón de doña Pepa


Tiempo de Preparación: 1 1/2 Horas
Tiempo de cocción: 15 Minutos

Ingredientes:

Masa

1 Kilo Harina Preparada
10 Yemas de huevo
450 Gramos Manteca
1 Cuchta. Sal
50 Gramos Ajonjolí
2 Cuchdas. Anís en grano
1 Copita Anisado

Miel

1 Tapa Chancaca
5 Tazas Azúcar
2 Membrillos
1 Raja Canela en rama
8 Clavos de Olor
2 Granos Pimienta de chapa (Pimienta dioica - Piper nigrum L.)
1 Naranja
1/2 Piña
1 Hoja de higuera


Preparación:

1- Poner a hervir el anís en una taza de agua.

2- Mezclar la harina con la sal, agregar la manteca y cortarla con dos cuchillos hasta que quede como avena.

3- Entonces, agregar el agua de anís sin colar, las yemas, el anisado y el ajonjolí tostado. Amasar para unir bien, partir en cuatro, cubrir y dejar descansar en refrigeración durante media hora.

4- Estirar la masa dejándola de un centímetro de espesor. Luego cortar varitas que se colocan algo separadas en una lata de hornear. Calentar el horno a 180 grados y dejarlas cocer hasta que doren.

5- Hacer la Miel, poniendo en una olla seis tazas de agua, la piña pelada y en rodajas; naranjas y limones cortados en cuatro; la canela, el clavo, la hoja de higo y la pimienta de chapa martajada.

6- Cuando la fruta esté cocida, se le agrega la chancaca picada y el azúcar, dejando tomar punto de bola blanda, que es cuando la miel se pega a la cuchara como una tela o marca 240 F.

7- Armar el turrón, forrando un molde rectangular con papel manteca, colocando las barritas una al lado de otra, bien juntas, poniendo la segunda capa en sentido opuesto hasta completar cuatro filas.

8- Colar la miel tibia sin mover, sobre las barritas de turrón, dejando que escurra sola.

9- Se adorna con grageas, confites, "pepelmas" y guindones (Prunus domestica L.)
.

Se puede adornar con frutas confitadas, que se hacen colocando rodajas de piña y naranja en una miel subida de punto, dejándolas hasta que se calen o pongan transparentes. Se pueden usar otras frutas e higos calados


*Del libro de la autora Repostería Peruana

Gloria Hinostroza 25/04/2008

martes, abril 22, 2008

Historia de Gastronomía Peruana – Cocina del Norte - Las Recetas



La cocina piurana se reconoce por algunos rasgos muy marcados que tienen que ver con su producción agropecuaria. La cecina de res, las yucas, camotes, zarandaja, maní y el algarrobo con el que se hace refrescos como el Yupisin y jarabe o algarrobina, para el famoso Cóctel de algarrobina. Los plátanos son utilizados en la preparación de muchos platos como el Seco Chavelo, la Malarabia, los Copuces y los Chifles, entre otros. Para adobar, como se acostumbra en toda la cocina norteña, el ingrediente obligado es la chicha de jora.


Seco Chavelo


Tiempo de preparación: 2 Días
Tiempo de cocción: 30 Minutos


Ingredientes:


600 Gramos Bistec de tapa o cadera
1/2 Cucharadita Pimienta molida
6 Plátanos verdes
50 Gramos Ajos pelados
6 Ajíes amarillos
2 Tomates
1 Ramito Culantro
1 Vaso Chicha de jora
1 Cebolla roja
2 Ajíes limo
1 Limón
1/2 Kilo Yucas
1 Lechuga


Preparación:


1- Cortar filetes de carne, muy delgados, espolvorearlos con sal y ponerlos en tendales aireados para que se oreen durante uno a dos días, o secarlos en horno suave.

2- Al término de este procedimiento pintar los filetes con aceite de oliva y ponerlos a las brasas. Luego que estén dorados golpearlos con una piedra o mazo para suavizarlos, entonces deshilacharlos.

3- Calentar el aceite vegetal y poner los plátanos pelados y cortados en trozos grandes o "corchos" y cocerlos a fuego lento. Cuando estén blandos, majarlos toscamente.

4- Poner en una olla aceite de oliva para freír los ajos finamente picados, agregando el ají molido, los tomates rallados y el culantro picado.

5- Mezclar el aderezo con la cecina preparada y los plátanos.

6- Servir con yucas sancochadas y con una salsa hecha con la cebolla bien lavada, finamente cortada en pluma, con ají limo, jugo de limón y aceite de oliva.

Gloria Hinostroza 22/04/2008

jueves, abril 17, 2008

Historia de la Gastronomía Peruana – Cocina del Centro – Las Recetas -



El Cuy o Cowa (Cavia porcellus)


El cuy que se crió en el antiguo Perú era grande como el conejo de Castilla. Su habitat fue muy extenso: desde la actual Colombia hasta Chile.

Durante el incario era obligatorio criarlos porque no sólo se usó para la alimentación, sino para fines rituales, para diagnosticar enfermedades y para ofrendas.

Estos pequeños animales se reproducen con mucha rapidez y proveen de gran cantidad de carne muy apreciada.

Hay varias clases de cuy o cowa, domésticos, y algunas variedades de cuy silvestre llamado luca.

El cuy se prepara en los andes y algunos lugares de la costa en diversas formas


*Picante de Cuy


Tiempo de Preparación: 2 Horas
Tiempo de Cocción: 1 Hora


Ingredientes:

2 Cuyes grandes y tiernos
1 Cuchta. Pimienta molida
1 Cuchta. Cominos molidos
1 Cuchta. Orégano
1 Vaso Chicha fuerte
2 Ajíes mirasol (Capsicum baccatum amarillo seco)
2 Ajíes panca (Capsicum baccatum rojo seco)
2 Tazas Caldo oscuro o de cubitos
100 Gramos Maní
1/2 Litro Aceite vegetal
8 Papas ushcupuro o amarillas
1/2 Kilo Chisco Tomatillos ( Lycopersicon pimpinellifolium )
1/4 Taza Aceite de oliva
1 Taza Harina de maíz


Preparación:


1- Limpiar y cortar los cuyes a lo largo, por la mitad.

2- Sazonarlos con sal, pimienta, cominos, orégano y la chicha de jora, marinando durante dos horas. Luego enharinarlos.

3- Poner a cocer la carne, en el aceite poco caliente y a fuego lento, durante media hora; luego subir al máximo el fuego para que se doren.

4- En olla aparte, freír en poco aceite, los ajos finamente picados, agregando los ajíes tostados y molidos, pimienta, cominos, el caldo y el maní tostado y molido.

5- Sacar, sin destrozar, los huesos grandes de los cuyes y bañar estos con la salsa de maní. Acompañar de papas doradas y tomatitos pelados y sazonados con sal, pimienta y aceite de oliva.


*Del libro de la autora Cocina del Centro del Perú


Gloria Hinostroza 17/08/2008

martes, abril 15, 2008

Historia de la Gastronomía Peruana – Cocina del Centro - Las Recetas



El Cuchikanka


El soasado o arrimado de los alimentos al fogón, koncha o tullpa, fue una de las formas más antiguas de cocción empleadas en el Perú.

Según las leyendas recogidas por el sacerdote cuzqueño Cristóbal de Ávila, se nombra a Watiacuri o Watiacari como un semidiós que se alimentaba de papas asadas en hornos de tierra.

Hubo muchas variantes, como el cuzani que fue asar en brasas; kaska que era soasar a medias; la kusana que eran carnes o cereales que se consumían inmediatamente después de asados y kanka que es el soasado de una pieza entera de carne; entre otras variedades de asados que se preparaban en el antiguo Perú y que aún se siguen haciendo.


*Cuchikanka


Tiempo de Preparación: 20 Minutos
Tiempo de Cocción: 3 Horas


Ingredientes:


1 Pierna de cerdo de 7 u 8 kilos o
1 Lechón con hueso y piel
1/8 Kilo Ají mirasol(Capsicum baccatum) amarillo seco
1/8 Kilo Ají panca (Capsicum baccatum)
rojo seco
100 Gramos Ajos pelados
2 Cuchdas. Pimienta molida
2 Cuchdas. Cominos molidos
1 Vaso Vinagre tinto
6 Limones
1 Kilo Cebollas
2 Rocotos
2 Ramas Culantro
2 Ramas Muña (Minthostachys setosa [Briquet]) o hierbabuena
2 Ramas Perejil
1/4 Taza Aceite de oliva


Preparación:

1- Limpiar la carne de cerdo y hacerle unos tajos en la piel; luego ponerla desde el día anterior en adobo de sal, pimienta, cominos, ajíes tostados y molidos y el vinagre.

2- Bañarla con el jugo de cuatro limones y colocarla al horno en una bandeja enmantecada a 200°, bajando la temperatura a 150° cuando haya dorado. Cocer durante tres horas aproximadamente.

3- Servir con trozos de piel bien dorada con Salsa de cebollas, hecha de rocotos, perejil, muña y culantro, sazonada con sal, pimienta, jugo de limón y aceite. Acompañar de papitas ushcupuru o amarillas doradas.


*Del libro de la autora Cocina del Centro del Perú


Gloria Hinostroza 15/04/2008

jueves, abril 10, 2008

Historia de la Gastronomía Peruana – Cocina del Centro – Las Recetas




"Las Leyes y Ordenanzas de estos reinos del Perú son disposiciones que desde épocas muy antiguas existieron primitivamente como leyes, las que fueron ampliadas después por los Incas que las hacían cumplir... Mandamos, decía una de ellas, que en todo el reino haya abundancia de alimentos... Que todos los alimentos inclusive yerbas y yuyo se sequen y se guarden..."

Guamán Poma de Ayala



Fue así cómo la carne se secó convirtiéndose en charqui, igual que muchos tubérculos, verduras y frutas.

En 1533 el Cronista, licenciado Juan Polo de Ondegardo recalca que la mayor parte de la carne que se ingería provenía del charqui.


*Olluquitos con Charqui o Carne


Tiempo de Preparación: 30 Minutos
Tiempo de Cocción: 40 Minutos


Ingredientes:


1/4 Kilo Charqui o carne de bistec de res
1 Kilo Ollucos (Ullucus tuberosus)
50 Gramos Ajos pelados
4 Ajíes panca (Capsicum baccatum - colorado seco)
1 Ají amarillo fresco (Capsicum baccatum)
1 Taza Caldo oscuro concentrado o cubitos
1/2 Cuchta. Pimienta
1/2 Cuchta. Cominos
1/2 Taza Aceite vegetal
4 Ramas Perejil


Preparación:

Para hacer el charqui en zonas frías:

Cortar la carne como para bistec y salarla, luego colgarla al sol en tendales durante dos o tres días. Al cabo de este tiempo, cashpar (soasar) la carne en las brasas para luego shactarla (golpearla) con una piedra, remojarla y deshilacharla.

En caso de usar carne fresca, cortar ésta en tiras delgadas y cortas y luego proceder como a continuación.

1- Freír en el aceite los ajos finamente picados, agregar el ají panca tostado y molido, el ají amarillo cortado en juliana, sal, pimienta, el charqui y el caldo que debe reducirse totalmente.

2- Entonces echar los olluquitos cortados muy finamente en juliana, dejando cocer durante media hora.

3- Servir espolvoreando perejil picado.


*Del libro de la autora Cocina del Centro del Perú


Gloria Hinostroza 10/04/2008

viernes, abril 04, 2008

Historia de la Gastronomía Peruana



La Gastronomía Huaracina

Huaraz es un pueblo preincaico situado en Ancash y enclavado en el bellísimo callejón de Huaylas, que en quechua significa pradera. Tiene por un lado la Cordillera Negra sembrada de andenerías, salpicada de retamas doradas y magueyes verdeazulados y por el otro, la majestuosa blancura de los nevados de la Cordillera Blanca.

El nombre de Huaraz proviene de guarackoillur o estrella del amanecer, que en el azul intenso de su cielo serrano destaca con impresionante luminosidad. Aparece al alba detrás de la Cordillera Blanca y en el atardecer se oculta tras la Cordillera Negra. La llaman también Llucllaguarac o estrella mentirosa: que sale dos veces.

Guarackoillur, o la estrella Venus fue considerada una deidad a quien se le ofrecía sacrificios y regía la vida de los habitantes, animales y plantas. Se acostumbraba encomendar a la estrella a los niños que entraban en la pubertad, en una ceremonia en la que los vestían con unos "pañetes" llamados guarac.

A la zona por donde aparece la estrella la llamaron Llaguarac y a la parte central del valle, Guaracpampa.

Huaraz se sitúa en el horizonte temprano de nuestra historia con una antigüedad de 1,000 años antes de Cristo según María Rostorowski.

Afirman los arqueólogos que en la cueva de Guitarrero habitó el hombre más antiguo del Continente hace 12,800 años. Esta cueva se sitúa sobre la Cordillera Negra a 52 Km. de Huaraz, en el distrito de Shupuy, frente a Mancos, y en ella se encuentran restos arqueológicos de diferentes edades de nuestra prehistoria, desde el periodo lítico con diversos utensilios de piedra, puntas de proyectiles, raspadores y perforadores, pasando por cestería, técnicas textiles y precerámica.

Existen además en esta zona otros importantes restos arqueológicos. El morro de Pumacayán es un templo adoratorio o huaca, cuyo nombre proviene de puma o león americano y cayán, invocar. Fue un lugar sagrado para este pueblo, con un magnetismo extraordinario, en el que se invocaba a las fuerzas mágicas del Puma, "...cuyos ojos despedían relámpagos; los bramidos, truenos y sus orines desataban lluvias".

Durante la Colonia los extirpadores de idolatrías que tenían como norma la destrucción de huacas o ídolos acabaron con Pumacayán, sirviéndoles de cantera para la construcción de sus iglesias de La Soledad y Pumacayán. El Templo Mayor fue también construido con sus piedras que seguían siendo veneradas por los naturales.

Otros importantes tesoros arqueológicos están en Waullac, Pongor, con sus piedras talladas; la tumba de Jancu; el templo del Sacrificio con sus joyas de oro y plata primorosamente labradas.

Pertenece al departamento de Ancash el Castillo de Chavín de Huantar, uno de los más importantes y antiguos monumentos arqueológicos del Perú.

Nos cuenta Cieza de León: “En los aposentos antiguos se ve una fortaleza o antigualla, que es una a manera de cuadra, que tenía de largo ciento cuarenta pasos y de ancho mayor y por muchas partes de ella están figurados rostros y talles humanos, todo primísimamente obrado...”

Estos pueblos establecidos en una zona ecológicamente muy variada, gozaron de gran cantidad de recursos naturales tempranamente domesticados como la papa, olluco, oca, achira, maíz, ají, camélidos, cuyes, tarucas, entre otros.

Los nevados tuvieron gran influencia en la actividad agropecuaria por servir de acumuladores de agua en numerosas lagunas y lagunillas que formaban ríos y riachuelos que hacen del Callejón de Huaylas tan verde pradera.

La disponibilidad de agua en aquellos tiempos era superior a la actual, siendo el sistema de regadío y acumulación de agua una de las características de esos pueblos incas y preincas.

Continúa Cieza de León, “La tierra donde tienen los pueblos es muy fértil y abundante y hay muchas frutas y mantenimientos..." "Guaraz, que está de Piscobamba a ocho leguas en sierras bien ásperas y es de ver el real camino cuán bien hecho y desechado va por ellos...”

Ancash tiene una riqueza culinaria histórica, con productos propios de sus fértiles tierras de variados microclimas en sus diferentes zonas geográficas: desde la janca o tierra helada a 4,800 metros; la puna o tierra muy fría que invita al sueño, con 4,000 metros; la región suni o jalca a 3,500 metros; luego la región quechua a 2,300 metros y por último, la región yunga desde los 500 metros que es la más poblada y fértil.

Es así como encontramos productos tan variados, de climas fríos, como la quinua, quihuicha, papa, oca, olluco, tarhui o chocho, maíz capulí, sauco o uvas de Judas, sidras, chirimoyas, lúcumas. En los climas cálidos o templados se dan los cítricos, plátanos, guayabas, uvas, paltas, entre otros.

Huaraz posee una tradición gastronómica con técnicas culinarias propias, raíces de la actual cocina regional: la carapulca o kalapurca o cucupa utso, los cashquis o sopas de hierbas, los chupis como la patasca; lluncu chupi o sopa llunca de cereal resbalado, entre otros platos.

El mestizaje la enriquece con potajes de refinada preparación: los jamones añejados al fondo de la cocina de leña cubiertos de una gruesa capa de ají, sal y especias, que alcanzaban su especial sabor ahumándose y secándose lentamente durante varios meses. También las morcillas blancas y rojas de carne de cerdo molida y marinada con vinagre de borra, ajos y especias. Se salaban bistecitos muy finos para asolearlos en tendales, luego ese charqui era cashpado y shajtado (soasado y golpeado) para los ajiacos y los olluquitos. Cuando se cosechaban choclos se hacía el anquishu o choclos salteados con queso; el chumpu o choclos a la brasa deliciosamente ahumados. Las parpas o humitas a la brasa, rellenas de queso, las humitas dulces y las saladas; luego, los tamales de maíz con manteca, yemas y almendras en la masa, bien rellenos con jigote de lomo de cerdo.

Las familias acostumbraban criar cerdos cebándolos con maíz blanco y afrecho con los que se hacían chicharrones en perol de cobre, servidos con papas y camotes cocidos en la manteca, además de mote, salsa de rocotos y aceitunas negras.

El enrollado de lomo era el potaje más sabroso que se podía hacer, con carne de cerdo marinada en ajos, especias y vinagre, prensado en una gasa y cocido al vapor.

El perol de cobre servía también para hacer manjar blanco de leche fresca, azúcar y yemas, así como buñuelitos de yemas con miel de chancaca que para cada tanda se utilizaban 40 yemas.

Para días especiales se preparaban los molletes, los mishti, los thithi, el pan de cemita ó cemitilla, el de hojas, los maicillos y las fachendas. También se hacían postres incomparables como el huevo chimbo y los huevos a la nieve, las ambrosías y los huevos molle, de refinadas preparaciones, que perfumaban los ambientes de las hermosas casas huaracinas con canela, clavo y azúcar.

La tradición culinaria, como parte importante de la identidad de los pueblos, se mantendrá en la medida que continuemos desarrollándola con el refinamiento y calidad de aquellos tiempos.


Gloria Hinostroza 04/04/2008